Sunday, April 13, 2008

maléficos salidos

Después de la bomba atómica y de los libros de autoayuda, el aire acondicionado es, sin duda, uno de los inventos más siniestros y de una mente humana (sin duda perversa) en estos últimos lustros.

Y no por el aire acondicionado en sí, que uno es el primero que lo usa hasta el punto de ser un firme partidario de la beatificación (y por la vía rápida) de su inventor, Willis Carrier, sino por esa manía que tienen algunos de confundir el despacho, la oficina, el restaurante o la sala de espera del dentista, con la cámara frigorífica de un "matadero".

Comprendo que el problema es mío por no pertenecer a esa nueva hornada -moderna y agresiva- (que ahora me encuentro a cada paso) y que se diferencia del resto de los mortales, fundamentalmente (aparte de beber agua mineral con gas), en que siempre tienen calor.